
Tres poderosos buques norteamericanos comenzaron a avanzar hacia Venezuela desde la semana pasada. La noticia, revelada por la agencia Reuters, desató la furia de Caracas y la euforia de miles en el mundo que esperan la caída de Nicolás Maduro. Con la llegada de Donald Trump al poder, un apretón al régimen que había sido tratado con benevolencia por Joe Biden se veía venir. Pero en los enigmáticos planes del magnate, nadie se imaginaba que podría ser por ahí.
Por Semana
Los buques, el USS Gravely, el USS Jason Dunham y el USS Sampson, son reconocidos por su capacidad militar. Se sabe que tienen mecanismos de defensa antiaérea y antisubmarina, y un potente arsenal para el ataque. Maduro, como todo líder de extrema izquierda, siempre le ha temido a una invasión del Tío Sam, y la noticia de que los buques habían sido puestos en camino puso a muchos a recordar la invasión del gobierno de George H. W. Bush, que en 1989 envió 26.000 hombres para sacar del poder de Panamá a Manuel Antonio Noriega, quien luego fue condenado en Estados Unidos por sus nexos con el narcotráfico.
Maduro ha dejado claro que si los norteamericanos entran en su territorio, responderá con todo lo que tiene. “Yo les digo a los imperialistas, ¡no se atrevan! Porque la respuesta podría ser el principio del final del imperialismo norteamericano. Dejen quieto a quien quieto está. Soy un hombre de paz, pero soy un guerrero”, advirtió esta semana. Habló de “activar un plan especial para garantizar la cobertura con más de 4 millones 500 mil milicianos, armados y activados”.
El líder chavista fue claro: esa retaguardia está en todo el territorio nacional. Al final, Maduro siempre ha sabido que su frontera más peligrosa no es la marítima, en donde se requeriría una operación más visible y que en estos tiempos parece improbable dado el nivel de violencia que desataría. El talón de Aquiles del régimen es otro: la frontera con Colombia.
SEMANA revela hallazgos de inteligencia que aseguran que, así como el régimen de Nicolás Maduro está en máxima alerta, también lo está el ELN. La información en poder de las autoridades colombianas evidencia que la guerrilla sería la primera línea de defensa de la dictadura en la zona fronteriza colombiana en dado caso de que se materialice el supuesto “golpe gringo”.
De acuerdo con interceptaciones telefónicas, agentes infiltrados y testimonios de excombatientes, el grupo armado ilegal tendría el propósito de blindar a Maduro de todo mal y peligro, y ha priorizado la región del Catatumbo para ello. Por orden de los cabecillas principales, se ha incrementado el pie de fuerza con delincuentes de Arauca y del vecino país, más el reclutamiento forzado de menores de edad.
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