Seis aviones EA-18G Growler de la Armada de Estados Unidos arribaron en las últimas horas a la Base Aérea de Ceiba, en Puerto Rico, reforzando así el despliegue militar estadounidense en el Caribe, una zona que en las últimas semanas ha registrado un aumento notable de operaciones aéreas y navales muy cerca de las costas de Venezuela.
Por: lapatilla.com
Las aeronaves fueron captadas en plataforma por medios locales, confirmando su incorporación al contingente que opera desde el aeropuerto José Aponte de la Torre.
Los Growlers son aviones especializados en guerra electrónica, diseñados para interferir, interrumpir o cegar los sistemas de defensa aérea enemigos, un rol clave en escenarios de tensión regional.
Según especialistas, tres de los seis EA-18 Growler que aterrizaron en Puerto Rico están equipados con los nuevos pods AN/ALQ-249, conocidos por su mayor potencia y capacidades avanzadas; mientras que otros dos llevan los pods AN/ALQ-99, modelo previo que ha sido ampliamente utilizado por décadas.
La actualización hacia los AN/ALQ-249 demuestra un salto cualitativo importante en capacidades de guerra electrónica. Entre las mejoras clave destacan: Mayor alcance (puede afectar radares y comunicaciones a distancias superiores) Ataque simultáneo (permite interferir varios sistemas enemigos al mismo tiempo) Adaptabilidad (analiza amenazas en tiempo real y ajusta la señal automáticamente) Tecnología AESA (integra antenas modernas y un software modular que facilita futuras actualizaciones) Mayor fiabilidad )(reduce fallas mecánicas comunes en el antiguo AN/ALQ-99 y garantiza un rendimiento más estable).
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Los Growlers se integran a los cazas F-35B Lightning II del Cuerpo de Marines que ya operan desde la base. Además, complementan las aeronaves gemelas actualmente desplegadas en el portaviones USS Gerald R. Ford (CVN-78), presente en la región como parte de un grupo de ataque naval activo en el Caribe.
Este movimiento ocurre en un momento en el que Estados Unidos ha intensificado vuelos, patrullajes y ejercicios militares al sur de Puerto Rico y al norte de Venezuela, generando preocupación entre analistas sobre el contexto geopolítico en la zona.
La llegada de los EA-18G —considerados esenciales para neutralizar defensas aéreas avanzadas— se interpreta como un incremento de las capacidades ofensivas y de vigilancia electrónica de EEUU en el Caribe, coincidiendo con una fase de creciente fricción entre Washington y Caracas, y con un mayor interés estadounidense en asegurar rutas estratégicas en la región.
Por ahora, el Pentágono no ha emitido detalles oficiales sobre la misión específica de estos aparatos, pero su presencia añade un componente de alto valor tecnológico al ya robusto despliegue estadounidense en Puerto Rico.
