
Una tormenta geomagnética de origen solar impactará la Tierra el martes 9 de diciembre, con potencial para generar auroras boreales visibles en regiones poco habituales y provocar alteraciones en sistemas tecnológicos, según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA). El fenómeno, resultado de una eyección de masa coronal, ha sido calificado como fuerte por el Centro de Predicción del Clima Espacial de la NOAA, que advierte sobre posibles efectos en satélites, comunicaciones y redes eléctricas.
Por Infobae
Previsión de la tormenta geomagnética
De acuerdo con la NOAA, se espera que la eyección de masa coronal —una gran expulsión de plasma y campo magnético desde la atmósfera exterior del Sol— alcance la Tierra entre la madrugada y el mediodía del martes 9 de diciembre. El pronóstico oficial sitúa la intensidad de la tormenta en un nivel G3 (fuerte) en la escala de clima espacial. La escala G de la NOAA clasifica estos eventos del 1 al 5, donde G1 es menor y G5 es extremo. El índice Kp, que mide la perturbación geomagnética, se prevé en 5 sobre 9, lo que indica una actividad auroral más intensa de lo habitual.
¿Qué causa una tormenta solar?
La tormenta geomagnética tiene su origen en una eyección de masa coronal asociada a una llamarada solar de clase M8.1. Este tipo de fenómenos ocurre cuando el Sol libera miles de millones de toneladas de plasma y campos magnéticos, que viajan por el espacio y, al interactuar con el campo magnético terrestre, pueden desencadenar alteraciones en la magnetosfera.
La NOAA explica que las condiciones más propicias para estas tormentas incluyen periodos prolongados de viento solar de alta velocidad y un campo magnético solar orientado hacia el sur, lo que facilita la transferencia de energía hacia la Tierra. Aunque el ciclo solar de 11 años alcanzó su máximo en octubre de 2024, la actividad solar se mantiene elevada, lo que incrementa la frecuencia de estos eventos.
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