
Cada 4 de octubre, la Iglesia Católica celebra la festividad de San Francisco de Asís, uno de los santos más queridos en el mundo, conocido por su amor a la naturaleza, su vida de humildad y su profunda vocación de paz.
Por lapatilla.com
Francisco nació en Asís, Italia, en 1182. Provenía de una familia adinerada, pero renunció a todos sus bienes para dedicarse a vivir en pobreza y servicio a los más necesitados, convencido de que la verdadera riqueza estaba en la sencillez y en el amor a Dios.
Fundó la Orden Franciscana, inspirada en la fraternidad, la austeridad y la obediencia al Evangelio. También se le reconoce como patrono de los animales y del medio ambiente, pues veía en toda la creación la huella divina.
San Francisco de Asís fue canonizado en 1228, apenas dos años después de su muerte, y su legado continúa vivo en comunidades religiosas y en la devoción popular en todo el mundo.
En este día, millones de fieles recuerdan su ejemplo de entrega, sencillez y fraternidad universal, destacando especialmente su célebre “Cántico de las Criaturas”, donde exalta a la naturaleza como una expresión del amor de Dios.