
El gobierno del presidente Donald Trump ha acumulado una flota de buques de guerra cerca de Venezuela, incluyendo el portaaviones más grande de Estados Unidos, mientras las fuerzas estadounidenses continúan destruyendo pequeñas embarcaciones acusadas de contrabando de narcóticos para los cárteles de la droga.
Por AP
La amplia presencia militar estadounidense, la más grande en América Latina en décadas, está alimentando las especulaciones acerca de cómo podrían emplearse esas fuerzas. Trump ha dicho que los ataques terrestres están al caer, sin ofrecer detalles sobre el lugar donde se producirían.
Su homólogo venezolano, Nicolás Maduro, ha insistido en que el verdadero propósito de las operaciones militares de Washington es obligarlo a dejar el cargo.
La Casa Blanca dice que el ejército ha matado al menos a 87 personas en 22 ataques conocidos en el Caribe y el Pacífico oriental desde principios de septiembre. Trump ha justificado las operaciones como una escalada necesaria para frenar el flujo de drogas hacia Estados Unidos y afirmó que el país está inmerso en un “conflicto armado” con los cárteles.
A medida que el número de ataques ha aumentado sin que haya una declaración de guerra del Congreso, los legisladores han cuestionado la justificación legal del operativo.
Tras reportes de que el primer ataque incluyó otro posterior para matar a dos sobrevivientes, el Congreso ha comenzado a investigar la campaña. Recientemente, los legisladores convocaron al comandante de la Marina que supervisó las operaciones para una reunión informativa clasificada.
A continuación, una cronología de las acciones militares de Estados Unidos, las preocupaciones de algunos legisladores y la respuesta de Venezuela:
20 de enero
Trump firma una orden ejecutiva que allana el camino para que las organizaciones criminales y los cárteles del narcotráfico sean designados como “organizaciones terroristas extranjeras”. Una de ellas es Tren de Aragua, una banda callejera venezolana.
La comunidad de inteligencia estadounidense ha cuestionado la afirmación central de Trump de que el gobierno de Maduro está cooperando con Tren de Aragua y orquestando el tráfico de drogas y la migración ilegal hacia Estados Unidos.
20 de febrero
La Casa Blanca designa formalmente a ocho organizaciones criminales latinoamericanas como organizaciones terroristas extranjeras.
Esa denominación suele reservarse para grupos como Al Qaeda o Estado Islámico, que usan la violencia con fines políticos, no para redes criminales con fines lucrativos.
19 de agosto
El ejército de Estados Unidos despliega tres destructores con misiles guiados en aguas cercanas a Venezuela.
La fuerza naval en el Caribe crece en cuestión de semanas para incluir tres barcos de asalto anfibio y otros buques, con unos 6.000 marineros y marines y una variedad de aeronaves.
Estados Unidos despliega aviones de combate F-35 en Puerto Rico en septiembre, mientras que un submarino de la Marina que transporta misiles de crucero opera frente a Sudamérica.
2 de septiembre
Estados Unidos lleva a cabo su primer ataque contra lo que Trump dice era un buque que transportaba drogas, que zarpó de Venezuela y estaba operado por Tren de Aragua.
El mandatario afirma que las 11 personas a bordo fallecieron y publica un breve video de una pequeña embarcación que parece explotar en llamas.
10 de septiembre
En una carta a la Casa Blanca, senadores demócratas señalan que el gobierno no ha proporcionado “ninguna justificación legal legítima” para el ataque.
El senador de Rhode Island Jack Reed, el demócrata de mayor rango en el Comité de Servicios Armados del Senado, dice en un discurso esa semana que el ejército no está “autorizado a dar caza a presuntos delincuentes y matarlos sin juicio”.
15 de septiembre
El ejército estadounidense lleva a cabo su segundo ataque contra un presunto barco de narcotraficantes y mata a tres personas.
Preguntado acerca de las pruebas que tenía Estados Unidos de que el buque transportaba drogas, Trump dijo a reporteros que había grandes bolsas de cocaína y fentanilo esparcidas por el océano. Sin embargo, ni el ejército ni la Casa Blanca hicieron públicas las imágenes descritas por el presidente.
19 de septiembre
Trump dice que el ejército llevó a cabo su tercer ataque letal contra una presunta embarcación de contrabando de drogas. Según el mandatario, en el operativo fallecieron tres personas y la inteligencia “confirmó que el barco traficaba con narcóticos ilegales”.
Varios senadores y grupos de derechos humanos continúan cuestionando la legalidad de los ataques, describiéndolos como un posible abuso de la autoridad ejecutiva.
2 de octubre
Trump declara a los cárteles de la droga como combatientes ilegales y dice que Estados Unidos se encuentra ahora en un “conflicto armado” con ellos, según un memorando de su gobierno obtenido por The Associated Press.
El documento parece representar una declaración extraordinaria de los poderes bélicos presidenciales y suscita las críticas de algunos legisladores, incluido el senador republicano de Kentucky Rand Paul.
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