
Fin del pulso demócrata en Texas. Los congresistas demócratas que abandonaron el Estado a forma de protesta por el rediseño de los mapas electorales han vuelto este lunes a Austin, la capital del Estado. La modificación de los distritos de votación es una propuesta de los republicanos para consolidar su ventaja en la Cámara de Representantes, y cuenta con el aval del presidente Donald Trump. Con su ausencia, los legisladores demócratas retrasaron por dos semanas la aprobación del rediseño en un Congreso local en donde son minoría. Su retorno, sin embargo, coincide con que los políticos de California han anunciado que afinan los detalles para pagar con la misma moneda si Texas saca adelante su plan.
Por El País
“Después de unir a los estadounidenses en esta batalla por la democracia, regresamos a Texas en nuestros términos”, anunciaron los legisladores progresistas en la red social X. El grupo añadió que están listos para construir la oposición legal necesaria “para derrotar estos mapas inconstitucionales en los tribunales”. Su presencia en la capital del Estado permite al congreso restaurar el cuórum necesario de dos terceras partes de la cámara para avanzar en la votación de los nuevos mapas, solo uno de 19 pendientes legislativos que deben resolverse en los próximos días.
El republicano Dustin Burrows, el líder de la Cámara de Representantes local, ha ordenado a los cuerpos de seguridad locales estar al tanto de los movimientos de los congresistas demócratas para asegurar que estos estén disponibles en la sesión del miércoles, cuando se reanude la legislatura. “Se acabó el tiempo de espera. Ahora tenemos el cuórum y es momento de actuar. Lo haremos rápidamente”, aseguró Burrows.
El congresista Gen Wu, líder de la minoría demócrata, señaló que el retorno “es más peligroso para los republicanos” que su ausencia. Wu, quien representa a la ciudad de Houston, se refería con estas declaraciones al apoyo de los demócratas de California, quienes manifestaron su solidaridad con los texanos diseñando una propuesta propia que les permitirá hacerles ganar en Washington hasta cinco escaños en la Cámara de Representantes (los mismos que los demócratas perderían en Texas). La propuesta californiana, no obstante, aún tiene un largo recorrido, pues debe ser aprobada en un referéndum popular especial en noviembre.
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