
La humanidad siempre ha soñado con cruzar el océano cósmico hacia otros mundos habitables. Ese anhelo, hasta ahora dominio de la ciencia ficción, podría encontrar una forma tangible en Chrysalis, un concepto de nave interestelar que promete transportar a mil personas en un viaje de más de cuatro siglos hacia Alfa Centauri. No se trata de una fantasía literaria, sino de un proyecto que busca redefinir lo que significa explorar el universo.
Por: Gizmodo
Una nave de proporciones inéditas
Chrysalis tendría unos 58 kilómetros de longitud y una masa cercana a los 2.400 millones de toneladas. Su construcción no se realizaría en la Tierra, sino en el espacio mismo: concretamente en el Punto Lagrange 1, una posición gravitacionalmente estable entre la Tierra y la Luna. Desde allí despegaría rumbo a la estrella más cercana a nuestro sistema solar.
Gravedad artificial y biomas a bordo
Para resolver el problema de la ingravidez, la nave estaría diseñada para rotar y generar una fuerza centrífuga capaz de simular gravedad estable. En su interior, los tripulantes no vivirían en entornos metálicos estériles, sino rodeados de biomas recreados: bosques, huertos y zonas verdes pensados tanto para producir alimentos como para preservar la salud psicológica de los pasajeros.
La cúpula cosmos y el banco genético
Uno de los espacios más singulares de Chrysalis sería la llamada “cúpula cosmos”, una estructura común de 130 metros de altura donde los viajeros podrían contemplar directamente el Sol y el espacio. Además, la nave transportaría un banco genético con semillas, embriones y ADN humano, animal y vegetal, asegurando la posibilidad de fundar una colonia completa al llegar a destino.
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