El régimen de Nicolás Maduro se pronunció este sábado 13 de diciembre sobre la detención del expresidente de Bolivia, Luis Arce, quien fue encarcelado de manera preventiva apenas un mes después de dejar el poder.
Por lapatilla.com
A través de un comunicado oficial, el chavismo expresó su “preocupación” por el arresto de Arce y denunció un supuesto uso “selectivo” del sistema judicial boliviano con fines políticos, en lo que calificó como una práctica de lawfare en América Latina.
Sin embargo, el pronunciamiento contrasta con los hechos que rodean el caso del exmandatario boliviano. Arce fue enviado a prisión preventiva por cinco meses en La Paz, acusado por la Fiscalía de incumplimiento de deberes y conducta antieconómica, por presuntas irregularidades en el manejo del Fondo de Desarrollo Indígena Originario Campesino y Agropecuario (Fondioc), cuando fue ministro durante el gobierno de Evo Morales.
De acuerdo con la investigación, Arce habría autorizado desembolsos millonarios para proyectos indígenas que nunca se ejecutaron o quedaron inconclusos, generando un grave perjuicio al Estado boliviano.
Pese a este contexto judicial, el régimen venezolano optó por cerrar filas con el exgobernante y expresar su respaldo político, en una reacción que ha generado críticas por provenir de un sistema señalado internacionalmente por el uso de la justicia para perseguir a opositores, criminalizar la disidencia y mantener presos políticos sin debido proceso.
El comunicado fue emitido desde Caracas el mismo día en que se confirmó la reclusión preventiva de Arce, en medio de un debate regional sobre corrupción, impunidad y el uso político de las instituciones judiciales.
