
Los sectores La Alameda, Mereceré y Los Corrales de Ciudad Bolívar siguen enfrentando una situación difícil, incluso después de que el río Orinoco comenzara a bajar. Aunque ya no hay agua corriendo por las calles, lo que quedó podría considerarse peor: charcos grandes, malos olores y una nube de mosquitos que no deja en paz a nadie.
Por Radio Fe y Alegría Noticias
José Vegas, del Movimiento para la Protección de la Fauna Acuática del Orinoco Ciudad Bolívar (Moprofao), comentó que además del problema de salud, hay otro que no se puede ignorar: muchas viviendas quedaron bajo el agua por semanas.
Las paredes están húmedas, los pisos se han levantado y hay casas que tienen grietas. Algunas familias han tenido que abandonar sus hogares por miedo a que se derrumben. Otras siguen viviendo en condiciones muy peligrosas, sin saber si sus casas resistirán.
Aunque se sigue con el bombeo de agua, desde hace un mes el nivel del agua estancada en la zona baja de 2 a 4 centímetros diarios. Esto se ha convertido en un foco de contaminación con las aguas negras, lo que podría empeorar la situación sanitaria. Si no se actúa pronto, el riesgo de enfermedades como dengue y otras infecciones podría ser un caso de salud pública.
Las comunidades están pidiendo a las autoridades que no los dejen solos. Necesitan limpieza, fumigación, atención médica, revisión estructural de las viviendas y soluciones reales. No se trata solo de esperar que el agua se evapore, sino de tomar medidas urgentes para proteger la salud y la seguridad de todos.