
Tyler Robinson, el joven de 22 años acusado de matar a Charlie Kirk, tendrá una audiencia judicial este lunes, en la que él y su nuevo abogado decidirán si quieren una audiencia preliminar en la que el juez determinará si hay pruebas suficientes contra él para seguir adelante con el juicio.
La fiscalía ha acusado al implicado de homicidio agravado y planea solicitar la pena de muerte.
El sistema judicial del estado de Utah (EEUU), donde se perpetró el homicidio, ofrece a las personas acusadas de delitos la opción de renunciar a su derecho legal a una audiencia preliminar y, en su lugar, programar una comparecencia en la que puedan declararse culpables o inocentes.
Las autoridades arrestaron a Robinson cuando se presentó con sus padres en la oficina del alguacil de su ciudad natal, en el suroeste de Utah, a más de tres horas en coche del lugar del tiroteo, para entregarse.
Desde entonces, los fiscales han revelado mensajes de texto incriminatorios y pruebas de ADN que, según ellos, conectan a Robinson con el asesinato.