Un gol de Michael Gregoritsch en el minuto 78 selló el empate 1-1 entre Austria y Bosnia y Herzegovina, resultado suficiente para que el combinado dirigido por David Alaba —quien permaneció en el banquillo— asegurara su clasificación al Mundial 2026, su primera presencia desde Francia 1998.
El equipo austriaco llegaba presionado tras haber dejado escapar la clasificación en jornadas anteriores, especialmente por la derrota frente a Rumanía en octubre.
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Aunque venció a Chipre el pasado sábado, necesitaba sumar al menos un punto para evitar complicaciones ante una Bosnia que buscaba su primer Mundial como país independiente.
La visita golpeó temprano y se adueñó del ritmo del partido. En un tiro de esquina ejecutado por Benjamin Tahirovic, una serie de rebotes terminó con el remate final de Haris Tabakovic, delantero del Borussia Mönchengladbach, para el 0-1 que silenció el Ernst Happel Stadium de Viena.
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Austria respondió y logró marcar antes del descanso con un disparo raso de Konrad Laimer desde el borde del área, pero la jugada fue anulada por una falta previa, aumentando la tensión en el conjunto centroeuropeo.
La insistencia de Austria rindió frutos en el tramo final. Un centro-chut de Marcel Sabitzer complicó al portero bosnio: el balón pegó en el travesaño tras un intento fallido de remate de Marko Arnautovic, y el rebote cayó en los pies de Michael Gregoritsch, jugador del Brondby, quien empujó la pelota a la red para colocar el 1-1 definitivo.
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El tanto desató la euforia en Viena y confirmó el regreso de Austria a una Copa del Mundo tras 28 años de ausencia.
EFE
